En general las madres correspondientes al tratamiento A ganaron más (P<0,001) grasa dorsal durante el período experimental comparado con los animales del grupo control (C). Durante la fase de transición, los lechones procedentes de las madres del tratamiento A presentaron mayor GMD y mejor índice de conversión (IC) que los animales procedentes de las madres del grupo control (P<0,05) así como mayor pH24 (P<0,01) en el músculo semi-membranoso. Los cerdos procedentes de las cerdas sobrealimentadas (A) tenían menor número de piezas longissimus thoracis (P<0,01) categorizadas como peso ligero o peso bajo. Asimismo el aumento del nivel de alimentación durante la segunda mitad de la gestación permitió reducir el número de fibras musculares pequeñas en el longissimus thoracis comparado con los animales procedentes del grupo control (P=0,01). Los lechones procedentes de las cerdas suplementadas presentaron menor número de de fibras primarias y secundarias así como menor porcentaje de fibras tipo IIB que los lechones procedentes de las cerdas del grupo control (P<0,01), mayor porcentaje de fibras tipo I y IIA (P<0,05) y mayor porcentaje de fibras maculares por superficie de músculo (P<0,05) comparado con los animales procedentes del grupo control.
Los resultados confirman la existencia de efectos de la nutrición maternal sobre el desarrollo fetal, por lo menos a modo de desarrollo de fibras musculares y calidad de la carne, pero sin alterar los rendimientos productivos del nacimiento al sacrificio.
A Cerisuelo, MD Baucells, J Gasa, J Coma, D Carrión, N Chapinal and R Sala. 2009. Journal of Animal Science, 87:729-730.